Habían pasado algunos años desde que le vi por última vez. Le pensaba día y noche.
Ayer caminaba frente a la plaza del pueblo donde crecimos, mi corazón palpitó tan fuerte que no pude disimular la emoción; estaba cruzando la calle y venía a mi encuentro.
De momento me paralicé, no sabía qué decir porque tampoco podía descifrar qué habría en sus pensamientos. Aún así respiré profundamente y decidí enfrentar mi temor.
Nos encontramos frente a frente y no hubo palabras. Solamente un abrazo tan cálido y sincero que borró todos los años que se perdieron con su ausencia. Estaba de regreso y esta vez sería para siempre.
Ah, me hizo suspirar! Tuvo un encuentro similar, después de un año vi al amor de mi vida, nuestras miradas se cruzaron unos segundos y ya me imaginaba un final parecido... me ignoró, lloré. El fin.
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