A todos nos gusta lo nuevo, lo que nos alimenta el alma y nos hace ser felices. Eso sucede en todas las facetas o áreas de nuestra vida. El amor, el trabajo, los estudios y tantas otras cosas. Sin embargo, hay momentos que nos toca decir adiós. Ya sea porque lo que viviste simplemente se acabó o porque llegan nuevas oportunidades. No obstante, ¡qué difícil es decir adiós! Nos apegamos a personas, lugares, situaciones y experiencias que no queremos soltar. Hay una canción que dice: "no cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor". Yo añadiría que es más fuerte que cualquier otro sentimiento o emoción. Para bien, en muchas ocasiones, y para mal, en otras, nos acostumbramos y una vez caemos en la zona de conformidad es bien difícil salir.
Ahora bien, has pensado en todo lo que vives actualmente: en la relación de pareja que tienes, en el trabajo que ejerces, en los estudios que realizas, en la forma que llevas tu vida. Tal vez es hora de pensar también en los problemas que te atormentan, pero no puedes salir. ¿Cuánto hace que no tienes tiempo para reir, para hacer eso que tanto te gusta, para disfrutar aún de los pequeños detalles? Puede que estés en un círculo vicioso y que no te hayas dado cuenta. O reconoces que algo no está bien, pero no quieres eliminarlo. Te has acostumbrado a sufrir, a sobrevivir, a llevar la fiesta en paz, a levantarte para hacer lo mismo todos los días y sin ver resultados positivos. Quiero compartir contigo algunas preguntas que te pueden ayudar a reflexionar y que las puedes aplicar a cualquiera de tus escenarios o facetas, según sea el caso:
- ¿Enriquece mi vida y yo aporto a la persona?
- ¿Estoy creciendo como persona?
- ¿Me hace mejor profesional?
- ¿Me añade valor?
- ¿Soy feliz?
- ¿Me gusta?
- ¿Es lo que quiero para mí por el resto de mis días?
- ¿Me gustaría envejecer a su lado?
¡Analiza bien! Si lo que vives ya no llena tu vida, no aporta nada positivo, no te hace crecer, no saca lo mejor de ti, no te hace feliz y no te reta a ser mejor, tal vez es hora de decir adiós. Evalúa cada área de tu ser y pide a Dios que te ilumine para que puedas tomar las mejores decisiones. Si ves que no puedes salir de situaciones difíciles, dolorosas y complicadas, busca ayuda profesional y espiritual. No vivas de costumbres, vive apasionado/a de lo que haces. Como te expliqué en una entrada anterior, poner un punto final no es fácil, pero para que comience un nuevo capítulo hay que cerrar ciclos. Así que aprende a decir adiós cada vez que sea necesario.
Ay Eli, estoy en ese proceso ahora, y es bastante dificl.
Precioso y útil post. Un abrazo
Mucha paz y éxito con los cambios que realices. Un abrazo también para ti!
[…] Entonces, ¿qué puedes hacer? Pues realmente no se puede hacer mucho, pues no depende de ti. Lo que sí puedes hacer es evaluar si el comportamiento de esa otra persona afecta tu vida, no te permite crecer ni ser feliz. Si no estás dispuesto(a) a soportar lo que estás viviendo debes buscar ayuda, establecer los límites, poner los puntos claros y tomar las decisiones que sean necesarias para tu bienestar. Hay cosas que son insignificantes y puede que si hacemos una lista de los puntos a favor que tiene esa persona sean más que las debilidades. Entonces es importante poner todo en balanza. Sin embargo, cuando son más las cosas negativas o si es una sola cosa, pero te daña, es hora de seguir tu camino y decir adiós. […]