Quiero llegar, a pesar de las piedras y los obstáculos del camino.
Quisiera correr, para alcanzar los sueños más queridos.
Sin mirar atrás... Sin retroceder...
Aunque la fatiga quiera mis fuerzas vencer. No me detendré, lucharé por mi destino, seguiré mi camino, un paso a la vez.
A veces deseamos alcanzar las metas con tanta prisa que no disfrutamos el proceso de llegar a ellas. Aún los momentos que parecen difíciles y en los que nos sentimos desmayar, hasta esos instantes hay que vivirlos intensamente.
Sin olvidar nuestro motivo, sin buscar lo pasado, siempre con la fe y la esperanza de que lo que nos proponemos, con la ayuda de Dios, lo podemos alcanzar. Siempre y cuando andemos, un paso a la vez.