¿Cuándo fue la última vez que pensaste en el futuro y en lo que quisieras alcanzar? Si ha pasado mucho tiempo desde que visualizaste el porvenir, te animo a que saques unos minutos para analizar qué, cómo y cuándo harás algo distinto en tu vida para obtener resultados diferentes que te lleven al éxito.
Algunos piensan que el éxito llega como cuestión de suerte, que unos nacen para lograrlo y otros simplemente son los seguidores de esas personas exitosas. Tengo que decirte que están equivocados. Primero, Dios diseñó un plan perfecto para ti, Él te miró y te soñó con un propósito, metas y objetivos.
Ahora bien, cada uno es responsable de que ese plan se pueda cumplir. Por eso hoy te invito a que planifiques tu éxito. Sé que tú y otros se preguntarán cómo se logra. Es importante que sepas que el éxito es resultado de un buen plan estratégico y que lleva consigo planes a corto, mediano y largo plazo.
Entonces, ¿por dónde comienzas? Sencillo, tienes que pensar en el resultado que esperas e ir trazando la forma cómo vas a llegar allí, escalón por escalón. Es importante que te establezcas unas fechas para que lo puedas visualizar y animarte a continuar. Por ejemplo, si quiero tener un título de estudios graduados que debo hacer en primer, segundo y tercer lugar, en qué fechas y por cuánto tiempo.
En el transcurso debes rodearte de personas que te apoyen, animen y te den consejos sabios que te permitan mantenerte con el enfoque correcto. Siempre habrá alguien que quiera desanimarte, que te dirá que no lo puedes hacer y que jamás lo lograrás. Cierra tus oídos a palabras que no aporten positivamente. Aún si vienen de personas a las que amas.
El ejercicio de planificación lo debes hacer en cada aspecto de tu vida: físico, emocional, intelectual, espiritual, etc. Verás que le darás un nuevo significado a tu vida y habrá un motor que te impulsará a luchar por tus metas.
Te recomiendo el siguiente método para que puedas hacer tu plan de forma efectiva:
- Meta - Visualiza cuál será el resultado final, lo que esperas alcanzar
- Objetivos - Establece lo que debes hacer para llegar a ese resultado, inicia cada objetivo con un verbo en acción.
- Actividades - se realizan por cada objetivo y es la forma concreta de lo que harás para que los mismos se cumplan; deben tener fechas específicas.
- Recursos - qué o a quién necesitas para lograr que cada actividad se logre.
- Evaluación - Al finalizar cada actividad verifica si se cumplió el objetivo y si vas acercándote a la meta. En caso de que algo no salga como lo planificaste, recuerda que siempre hay un margen de error, desvíos y nuevas oportunidades en el camino.
Así que, no lo pienses más, inicia tu plan hoy. No importa la edad y los recursos con los que cuentes, cuando hay una meta clara se vence cualquier obstáculo hasta lograrla. Anímate, planifica tu éxito.
La Real Academia de la Lengua Española define el éxito como el resultado feliz de un negocio o actuación. También, lo detalla como la buena acogida que tiene alguien o algo. Si bien es cierto que el éxito lleva consigo palma, logros, progreso y gloria, no se debe pasar por alto que conlleva sacrificios. Sin luchas ni sacrificios no puede existir la victoria. Sin lugar a dudas, esta entrada del blog, precisa y concisa, sirve de guía para que gentes como yo, estudiantes recién graduados se enfoquen y dirijan sus vidas hacia un futuro diferente, exitoso y memorable. De cómo planificar el éxito y el futuro se pueden escribir tomos, sin embargo, el escrito sirve de herramienta base, que sin lugar a dudas es lo más difícil de todo proceso... saber cómo empezar.