Odio, rencor, dolor, sufrimiento son algunos de los sentimientos que atormentan la vida de muchas personas. Viven encadenadas a su pasado en un círculo vicioso del que no pueden o no quieren salir. De otro lado, en otros existe la nostalgia de bonitas vivencias. Ahora bien, no se trata de menospreciar las experiencias lamentables que les tocaron. Tampoco debemos reprochar las oportunidades maravillosas que se han vivido. Más bien se trata de dejar atrás el pasado, agradecer cada experiencia, ver el aprendizaje y proseguir. Resulta que algunas personas han experimentado instantes inolvidables, lograron grandes metas y fueron muy felices. Entonces viven el presente mirando con nostalgia el pasado y pensando que todo lo vivido fue mejor. Al momento de dialogar solo evocan los recuerdos y se cierran las puertas a nuevas experiencias, pues creen que ya nada será como antes. Según su apreciación tuvieron el mejor trabajo, disfrutaron de las mejores vacaciones, alcanzaron metas académicas, vivieron en la mejor cuidad y así sucesivamente.
Por el contrario, otros sufren la agonía de un pasado tormentoso, lleno de pérdidas, heridas y vivencias dolorosas. Algunos buscan constantemente algún culpable y en ocasiones se culpan a si mismos de las tragedias que pasaron. Entonces se tienen pena, se sienten víctimas de otros, de la vida y de todo. Luchan diariamente con el resentimiento y el coraje. Quizás tratan de olvidar el dolor, pero vuelven a evocar los recuerdos que producen amargura. Igualmente, existen personas que día a día se amarran al pasado difícil y no pueden ver un rayo de esperanza. Puede ser que la pérdida de seres amados, el divorcio, la pérdida de un buen empleo, un accidente, una enfermedad y tantas otras situaciones les hayan provocado heridas muy profundas. ¿Qué puedes hacer? Puedes mirar el pasado y ver el aprendizaje de cada experiencia vivida. No debes pensar que eres el único o la única que ha pasado por situaciones negativas. Todos los sufrimientos son grandes para el que los vive, en eso estamos de acuerdo, pero tienes que parar de sufrir. Simplemente es momento de dejar el papel de víctima, vivir el presente y perseguir el bienestar que ofrece el futuro.
Así que no importa si tu pasado fue uno maravilloso o si estuvo plagado de dolor, saca lo positivo, pero disfruta el presente y planifica un futuro mejor. Seca tus lágrimas, deja atrás el pasado y celebra que todavía hay más que vivir.
Es cierto querida hay personas que están tan llenas de odio y rencor que no pueden vivir de tanta rabia que alberga sus corazones me dan mucha pena.
Adelante siempre y sin mirar atrás.
Un abrazo niña
Lamentablemente es así y eso les impide ser feliz. ¡Un abrazo también para ti!