Todos conocemos a alguien que no vive ni deja vivir, que se la pasa pendiente a lo que hacen o dejan de hacer los demás.  Esas personas que destilan amargura y que en sus palabras solamente hay críticas destructivas. Me imagino que estás pensando en los que tú conoces. Digo, ójala y tú no seas una de ellas. Tristemente son muchos los que dicen vivir con esas acciones, pero realmente no disfrutan de su entorno, de lo que son ni de lo que poseen. Más bien, pasan el tiempo en quejas, contiendas, envidiando a todos los que sí han decidido ser felices. Te has preguntado por qué hay gente así. ¿De dónde viene tanta amargura?

Normalmente, las personas que tienen las características que mencionamos anteriormente sufren de baja autoestima o tienen el ego muy elevado, han sido heridos, lastimados o crecieron en ambientes lleno de negativismo. Muchos de ellos fueron grandemente criticados por sus familiares o vivieron experiencias dolorosas que no han podido superar. En sus corazones hay resentimiento y amargura. Lo triste de esos casos es que no conformes con cómo se sienten ellos quieren contagiar a los demás con su veneno. Así que, ¡cuidado!  Ya bien lo dice el refrán que "al que al buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija" o "dime con quién andas y te diré quién eres".  Ciertamente, todo el mundo tiene derecho a cambiar y lo puede lograr siempre y cuando se lo proponga con todo su corazón. Por lo tanto, si conoces personas así, podrías intentar ayudarles a salir de esa conducta. Definitivamente hay que encaminarlos para que busquen ayuda profesional y espiritual. Le podemos recomendar libros que trabajen con temas relacionados, que asistan a seminarios de autoestima, conferencias de motivadores y sin duda alguna, que busquen de Dios.

Lo que sí es importante que sepas es que no debes permitir que todo el negativismo que tienen se te pegue. Lo que parece insignificante poco a poco puede convertirse en una conducta desagradable que dañe a los que te rodean.  Ya tenemos suficiente con esos supuestos líderes, principalmente, en el área de la política, que lo único que hacen es sembrar odio. Busquemos nosotros la paz, sembremos amor, cultivemos las buenas relaciones, busquemos siempre el lado positivo de la vida y ayudemos al prójimo. Huye de los que quieren lo opuesto, cuidado con los que destilan veneno.