Cuando llegaste al mundo, ¿te recibieron con dolor? Lo más probable te dieron unas nalgadas para que llorarás y ahí comenzó tu aflicción. Se supone que cuando salieras del vientre de tu madre te dieran una calurosa bienvenida, pero no fue así. Tal vez esto suena jocoso, pero la realidad es que desde la infancia experimentas situaciones que van lacerando tu corazón. Vives ciertas experiencias que te marcan. Personas a las que amas te lastiman, te dicen palabras denigrantes o te traicionan, así porque sí.
En la casa, en la escuela, en tus relaciones familiares, entre amigos, en tu trabajo, siempre habrá vivencias que te llenarán de angustia. Entonces, el problema no es el dolor que produce la situación en el momento, el conflicto real se da cuando crecen raíces de amargura y no puedes perdonar a quién te lastimó. Quizás han transcurrido muchos años y te duele recordar lo que te pasó, aún puedes sentir odio y rencor, lloras como si volviera a ocurrir ese evento que te marcó.
Si te sientes identificado(a) con lo antes expuesto, o conoces a alguien que está viviendo todo lo que describí, puedes estár arrastrando cadenas de dolor que te tienen atado(a) al que te lastimó. Entonces, tengo que hablarte del poder libertador del perdón. Hay una frase muy popular que muchos utilizan y expresa lo siguiente hacia el que hace daño, "perdonar yo... que te perdone Dios". Y tengo que decirte que sí, Dios puede perdonar a esa persona, pero tú, también, tienes que perdonar para que puedas sanar. Porque si no restauras tu vida puedes estar pasando la factura de tu dolor a alguien inocente que no tiene la culpa de lo que te pasó.
Hace un tiempo escuché a la periodista y escritora María Antonieta Collins narrar su historia. Lágrimas bajaron por mi rostro mientras narraba lo que le ocurrió. Ese día decidí ir a comprar el libro "Dijiste que me querías... cómo sobrellevar lo impensable". Allí pude leer cada detalle de cómo la historia más hermosa de amor se convirtió en la pesadilla más dolorosa que alguien pudiera experimentar. Pero lo que me sorprendió fue cómo ella decidió pagar con amor la vil traición de su esposo. Aunque la periodista admite que fue un proceso muy fuerte, plantea en su libro lo que hizo para poder perdonar y sanar tanto dolor. Buscó ayuda profesional y espiritual. Hay una parte en su libro que escribe Julio Bevione. Allí él establece la necesidad de sanar el alma y perdonar de verdad. Bevione dice que "perdonar es renunciar a tener razón para, en su lugar, tener paz". Y no encontré una mejor forma de definir esta palabra que es un completo desafío para todo ser humano.
No sé quién te lastimó, no sé cuán grande es tu dolor, pero te invito a romper las cadenas del dolor a través del poder transformador del perdón. Que es difícil..., ciertamente, lo es. Pero no es imposible y te invito a seguir el ejemplo del maestro, nuestro señor Jesús, cuando dijo "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen". Mira a ese o esa que te lastimó, haya sido intencional o inconcientemente, con ojos de misericordia. Piensa que no sabía lo que hacía, así que, perdona su ofensa como Jesucristo te perdonó y perdonó a los que lo ofendieron. No sigas arrastrando las cadenas del dolor, sé libre a través del perdón.
Lo primero que debes hacer es reconocer que alguien te hirió y que eso te causó dolor, has el ejercicio de perdonarlo. Decide ahora... puedes escribir una carta, hacer una llamada (si la persona vive) o simplemente en oración dile a Dios: perdono a (nombra a esa persona por su nombre) por (expresa qué fue lo que te hizo) y desde hoy desactivo el dolor que me causó, me declaro libre de esas cadenas en el nombre de Jesús, amén.
Te invito a que compartas alguna anécdota de perdón, cómo hiciste para sanar y cómo te sentiste después de hacerlo. Seguramente tu historia ayudará a otros a sanar también su corazón y romper las cadenas de dolor que arrastran.
Completamente de acuerdo con la importancia del perdón... en cambio difiero en la asociación con dios... pero tendríamos un largo debate. Buena nota! saludos
Hace poco escuche a alguien hablar del perdón de una forma que me ayudo a mi en mi proceso y quisiera compartirlo.
El perdón es para uno liberarse y tener paz como muy bien lo describen aqui. Pero también me parece importante aclarar lo que no es el perdón. El perdón no es permitir que la persona te vuelva a hacer daño, no significa que tengas que seguir en una relación con la persona (pareja, amistad, etc.) como si nada hubiese pasado. Eso es algo que tu sólo puedes decidir y que es un proceso aparte del perdón. Tu puedes perdonar, liberarte y seguir tu camino en paz y en crecimiento. Muchos mal interpretan el perdón y entienden que si perdonan tienen que seguir en el círculo convirtiendose en uno vicioso.
Espero que esto ayude a aclarar lo que es y no es el perdón.
Con los mejores deseos,
Sonia Y. Rivera
http://www.yahoraquepr.com
Bendiciones, y saludos querida Elizabeth, es muy glorioso poder sentir la paz que produce el perdonar a los que te hieren , te ofenden , te traicionan, etc, etc. ,etc., pero solo aquellos que realmente tienen a Jesucristo morando en su corazón logran perdonar y sentir esa paz, ¿porque?, porque han experimentado el perdón maravilloso de nuestros pecados a traves de Jesucristo y por su ejemplo, imitar lo que el hizo con nosotros, también perdonamos a los demás. En mi caso , e tenido que renunciar a la razón para tener paz y ser libre de las cadenas del dolor , de los pensamientos y recuerdos dolorosos. Pero , Gloria a Dios que me dió la victoria, porque decidí en mi corazón ser libre y avanzar hacia los propósitos de Dios en mi vida; y lo que una vez fue malo, feo ,desagradable, hoy son vivencias, experiencias, para que con mi testimonio ayudar a los demás.
Verdaderamente, cada vez que leeo uno de tus temas me quedo mas sorprendida. Cada uno de ellos tienen verdades que siempre me hace identificarme con ellos. Que dificil es perdonar y poder olvidar. Cuando uno se reconcilia con Dios hay es que vemos el verdadero perdon. Se siente uno con una paz interior y una felicidad verdadera. Sigue adelante lo estas haciendo muy bien y Dios te continuara dando las victorias por la forma tan especial que eres y con el animo que siempre le has servido a El. Dios te bendiga.
Hola, cómo estás?
Sí, es cierto, la verdadera sanación llega cuando uno logra ejercer la capacidad de perdonar... pero no sólo a quien nos hizo daño, sino a nosotros mismos también, ya que muchas veces nos seguimos reprochando y pensando "¿por qué lo permití?"
Y es esto último, lo que por lo menos a mí me cuesta mucho todavía. Sin embargo creo que vale la pena el esfuerzo de ir construyendo y ejercitando la capacidad de perdonar; y trato de transitar por ese camino... Aunque a veces sea cuesta arriba.
Lo que sí es muy cierto, es que uno siente que va descargando peso de la mochila cada vez que perdona a los demás... El alivio es inmenso. Pero la única forma de desprenderse de la carga es perdonarse a uno mismo.
Me quedo pensando en tus palabras, muchas gracias! Hasta pronto, Eme.
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Hace poco que conoci esta pagina y lo primero que lei fue este articulo que me encanto desde entonces cada vez que puedo entro a leer los post nuevos 🙂
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